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De la violencia en la familia sí se habla

De la violencia en la familia sí se habla. En un país con índices de violencia tan altos como los que vivimos en México, me llena de esperanza ver que nuestra comunidad de padres y madres se interesen y asistan a conferencias como la que nos compartió el Mtro. Arturo Roa Quintanar. En ella, además de entender los tipos de violencia que se ejercen en familia y sobre todo su origen, nos llevó a pensar en las siguientes reflexiones: 

  • ¿Estoy repitiendo algún patrón de violencia sin darme cuenta?
  • ¿Estoy normalizando la violencia en casa?
  • ¿Estoy justificando mi violencia como “mano dura” en mi estilo de crianza?
  • Ya sé que mi crianza es violenta pero no sé como frenarla
  • Estoy viviendo un círculo de violencia en casa pero no sé qué hacer
  • ¿Soy parte de una cadena de violencia en casa? 

 

Este tipo de pláticas y sobre todo estas reflexiones son imprescindibles en todos los círculos educativos y familiares de este país si es que queremos cambiar la estadística de raíz, sobre todo, si queremos cambiar las formas y las relaciones que construimos los unos con los otros. 

De acuerdo con el INEGI, en 2021 41.8% de las mujeres de 15 años, manifestaron haber vivido alguna situación de violencia en su infancia (antes de cumplir los 15 años). Según la publicación hecha por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) 22,684 personas de 1 a 17 años de edad, se han atendido en hospitales de México en 2022 por violencia familiar, el 88.9% de los casos correspondían a mujeres. 

La OMS define la violencia como “el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. 

En la familia, la violencia es ejercida por aquella persona que debería estar a cargo del cuidado del menor, en una relación de confianza y poder. “Soy tu mamá o tu papá y por eso puedo hacer o decirte esto”.

Se conocen 4 tipos de violencia infantil: 

  1. Maltrato físico real o potencial (amenazas): “si no te portas bien te voy a pegar” Frases de antaño que aún se utilizan hoy como “una nalgada a tiempo” exhiben la normalización en general a la que llega el maltrato físico a niños, niñas y adolescentes.
  2. Abuso sexual: 

De acuerdo a la IAP Corazones Mágicos, El Abuso Sexual Infantil (ASI), es la participación de un niño (a) en una actividad sexual que no comprende plenamente y para la que no está preparado (exhibicionismo, pornografía, prostitución, tocamientos, sexo anal, vaginal u oral; uso de lenguaje sexual explícito, etc), también se define como una acción que infringe las leyes o los “tabúes sociales” y cuya finalidad es la satisfacción de las necesidades de la otra persona.

      3. Maltrato emocional: humillaciones, burlas, intimidaciones, amenazas, sarcasmos y manipulaciones. 

      4. Descuido o negligencia: descuidar la salud o el bienestar de los niños, por ejemplo que no les ofrezcamos una alimentación sana y balanceada; que no los llevemos al médico cuando lo necesitan, que no tengan una higiene adecuada. 

De acuerdo a lo que expuso Arturo Roa, la violencia es multicausal, además de aprendida. 

Las causas de la violencia pueden ser: 

  • Neurológicas por algún daño, lesión, trastorno o mal funcionamiento de la Amígdala o en la Corteza Frontal.
  • Psicológicas a partir del miedo, el poder o el narcisismo.
  • Ambientales y socioculturales en donde normalizamos nuestra forma violenta de relacionarnos, toleramos las agresiones y como cultura quedan impunes.
  • Otra de las causas de la violencia tiene que ver con aspectos de la vida cotidiana y como nos relacionamos unos con otros, mediante patrones aprendidos y repeticiones inconscientes. 

Y más allá de las causas, el propósito de acercar esta información a las familias de nuestra comunidad es que comprendamos las consecuencias tan graves que el maltrato tiene en los niños, niñas y adolescentes. 

De acuerdo a lo que expuso Arturo Roa, la violencia es multicausal, además de aprendida. 

Las causas de la violencia pueden ser: 

  • Neurológicas por algún daño, lesión, trastorno o mal funcionamiento de la Amígdala o en la Corteza Frontal.
  • Psicológicas a partir del miedo, el poder o el narcisismo.
  • Ambientales y socioculturales en donde normalizamos nuestra forma violenta de relacionarnos, toleramos las agresiones y como cultura quedan impunes.
  • Otra de las causas de la violencia tiene que ver con aspectos de la vida cotidiana y como nos relacionamos unos con otros, mediante patrones aprendidos y repeticiones inconscientes. 

Y más allá de las causas, el propósito de acercar esta información a las familias de nuestra comunidad es que comprendamos las consecuencias tan graves que el maltrato tiene en los niños, niñas y adolescentes. 

No existe prueba alguna que indique que un niño que vive algún tipo de violencia infantil aprende más, se porte mejor o viva sin consecuencias graves en su desarrollo. Al contrario, hoy sabemos que la violencia causa en los niños profundas cicatrices psicológicas, sociales y cognitivas.

 

No existe prueba alguna que indique que un niño que vive algún tipo de violencia infantil aprende más, se porte mejor o viva sin consecuencias graves en su desarrollo. Al contrario, hoy sabemos que la violencia causa en los niños profundas cicatrices psicológicas, sociales y cognitivas.

Como bien lo dijo Arturo en la plática

“en 30 años de trabajar con niños y adolescentes, jamás he escuchado a alguien que diga, me lo gané, lo merecía o aprendí de esto o gracias a los golpes que me daban aprendí, gracias a la violencia que ejercían sobre mi soy el hombre que soy” “Nunca he escuchado a un adulto que se sienta orgulloso de ser violento, siempre hay angustia, ansiedad, remordimiento”. 

En una entrevista que realizamos en nuestro Podcast Círculo de Crianza a Fernanda Lazo presidenta de Corazones Mágicos, nos decía:

“Un niño que ha sufrido algún tipo de violencia y no ha sido atendido, es un perpetrador en potencia”. 

Por eso, si queremos ponerle fin a las estadísticas alarmantes sobre abuso y maltrato infantil necesitamos voltear a vernos. Voltear a ver nuestras formas de relacionarnos, creencias, patrones y actitudes. 

Es URGENTE que como adultos que se relacionan con niños, ya sea a través de la paternidad, maternidad o docencia, regresemos la mirada a nosotros mismos y NOS ATENDAMOS. Atendamos nuestra salud mental. 

De la violencia en la familia sí se habla. 

Hablar para informarnos, para denunciar, para que no quede impune, para buscar ayuda. 

Hablar en pareja para atender a nuestros hijos. 

Buscar ayuda para ellos y para nosotros, no es un gasto, es una inversión que les puede salvar la vida. 

 

Lorena Lavín 

 
Bibliografía consultada:
  1. ESTADÍSTICAS a PROPÓSITO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER. (2023, 23 noviembre). INEGI. Recuperado 31 de marzo de 2024, de https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2023/EAP_VCM_23.pdf
  2. Balance anual REDIM 2023. (2024, 5 enero). Issuu. https://issuu.com/infanciacuenta/docs/balance_redim_3_

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