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TERRORES NOCTURNOS

Los terrores nocturnos son episodios que pueden resultar inquietantes tanto para los niños como para los padres. A menudo ocurren durante las primeras horas de la noche y se caracterizan por que el niño se despierta de manera repentina, con gritos o llanto, y parece estar en un estado de angustia, aunque no está completamente consciente. Es importante saber que, aunque estos episodios pueden parecer alarmantes, no son dañinos y suelen ser una etapa temporal.

¿Qué Son los Terrores Nocturnos?

Los terrores nocturnos son una forma de trastorno del sueño que afecta a algunos niños, especialmente entre los 3 y 7 años. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos ocurren durante las fases más profundas del sueño y el niño puede no recordar nada al despertar. Aunque la causa exacta no siempre se conoce, están asociados con la inmadurez del sistema nervioso, fatiga excesiva, estrés o cambios en la rutina.

¿Cómo Puedo Ayudar a Mi Hijo?

Si tu hijo experimenta terrores nocturnos, aquí te compartimos algunas estrategias que pueden ser de ayuda para minimizar estos episodios:

  1. Establece una Rutina Consistente para Dormir
    La regularidad es clave. Asegúrate de que tu hijo tenga un horario fijo para irse a la cama y para despertar, incluso los fines de semana. Una rutina predecible ayuda a su cerebro a entender que es hora de descansar y facilita la transición al sueño profundo.
  2. Crea un Entorno Relajante
    Prepara la habitación para que sea un espacio tranquilo y acogedor. Puedes incluir luces tenues, música suave o sonidos relajantes que faciliten un ambiente propicio para el sueño.
  3. Evita Estimulantes Antes de Dormir
    Limita el uso de pantallas y el consumo de alimentos con azúcar antes de acostarse, ya que estos pueden alterar el sueño. En lugar de ello, opta por actividades calmadas como leer un cuento o dibujar juntos.
  4. Dale Seguridad a Tu Hijo
    Durante un episodio, lo mejor es permanecer calmado y asegurarte de que tu hijo está seguro. No intentes despertarlo, ya que puede estar desorientado. Simplemente acompáñalo con suavidad hasta que el episodio pase.
  5. Observa los Patrones de Sueño
    Llevar un diario de sueño puede ser útil para identificar si hay algún patrón en los terrores nocturnos de tu hijo. Anota las horas en las que ocurren y observa si hay algo en su rutina diaria que pueda estar contribuyendo a estos episodios.

¿Cuándo Buscar Ayuda?

En la mayoría de los casos, los terrores nocturnos disminuyen con el tiempo. Sin embargo, si los episodios son muy frecuentes o afectan significativamente el bienestar del niño o de la familia, es recomendable consultar con un especialista en sueño infantil o un pediatra. Ellos pueden ofrecerte herramientas y estrategias adicionales para gestionar estos momentos.

Recuerda que los terrores nocturnos son una etapa temporal en el desarrollo infantil. Con paciencia, amor y las estrategias adecuadas, podrás ayudar a tu hijo a superarlos y asegurar que tenga noches más tranquilas.

@montessoriqro