Una de las transformaciones más profundas que propone Montessori no tiene que ver solo con los materiales o el ambiente, sino con el papel del adulto.
Ser un adulto Montessori es aprender a estar sin invadir, a observar antes que intervenir, a confiar en lugar de controlar.
Este mes lo vivimos de manera tangible:
Montessori no es solo una pedagogía. Es una forma de mirar a cada niño y adolescente con respeto, confianza y fe en su desarrollo.
Y desde casa, también podemos vivirlo.
¡Revisa nuestras recomendaciones del mes para descubrir cómo!